ATRAVESAR EL DOLOR ... PARA DEJAR MARCHAR EL PASADO ... Y DAR ESPACIO A LO NUEVO ... QUE ES LA VIDA ...

La vida me ha enseñado que la mejor forma de DAR ESPACIO A LO NUEVO es, antes, DEJAR MARCHAR EL PASADO ... pero en esta ocasión la tarea está resultando especialmente difícil ... tanto que, a mediados de invierno, necesité pisar el freno, cerrar las ventanas, bajar casi todas las persianas, y volver la mirada hacia mi propio interior ... para sumergirme -libre, decidida, y conscientemente- en un largo paréntesis que ... al día de hoy ... parece ... va llegando a su fin.

Los cinco últimos meses no han sido en absoluto fáciles ... -tomar conciencia de hasta que punto mi vida se ha derrumbado, mirar de frente al propio vacío, aceptar la soledad, digerir la ausencia de apoyos reales ... y atravesar el dolor que todo ello conlleva ... no puede serlo- ... he llorado mucho, con lágrimas y sin ellas, he sentido mi cuerpo estremecerse, y me he sabido pequeña y frágil ... -tanto que en mis 53 años no recuerdo un dolor tan prolongado y profundo ni, sobre todo, tan conscientemente vivido-.

Pero ... todo lo que empieza algún día termina ... –todo se pasa, que decía Teresa de Ávila- ... y pese a que fuera nada ha cambiado ... y a la certeza de que el duelo no está en absoluto cerrado ... algo en mi interior se ha transformado -las noches ya no son tan largas, hace bastantes días que las lágrimas no mojan mi almohada, mi cara, fiel reflejo de mi alma, comienza a dibujar nuevas formas, y mis labios empiezan a balbucear un sincero, aunque todavía torpe ... hágase tu voluntad-.


Una vez más he podido comprobar, en primera persona, que LA MEJOR FORMA DE ALIVIAR EL DOLOR ... entre otras cosas, aunque no sólo, para poder RETORNAR A LA VIDA ... -la única, en realidad- ... ES ATRAVESÁNDOLO ... y ME SIENTO AGRADECIDA POR ELLO.